El proceso denominado onboarding cuyo propósito es la completa integración de las personas tanto a la empresa como al puesto que deberán desempeñar, requiere de apoyo tecnológico; especialmente en este entorno híbrido que estamos viviendo. Así también exige mucho contacto humano, aunque sea de manera remota.

Según varios expertos en la materia, este proceso debe iniciar durante el reclutamiento, desde la publicación de la oferta de empleo y debe continuar con la información relativa a las condiciones y tipo de contrato que se firmará, la duración de la jornada de trabajo y su modalidad, si se tienen prestaciones y beneficios adicionales a los establecidos en la Ley. De manera que se despeje cualquier duda que pudiera tener el candidato a incorporarse a la empresa. La trasparencia con que se maneje este tipo de información es muy valorada, así como la claridad en el alcance de las responsabilidades y actividades a desarrollar.

Conviene también decirle al nuevo colaborador con quién puede acudir en caso de tener alguna pregunta, así como en dónde puede consultar las políticas y procedimientos de la empresa. En cuanto a las labores que deberá desarrollar la primera semana, se recomienda entregarle una agenda para su seguimiento, así como el correo electrónico empresarial que se le asignó.

En caso de que la persona se incorpore de manera presencial, se sugiere que quien realice los trámites para su incorporación le reciba el primer día de labores para que le muestren los baños, la cocineta o el comedor y los lugares de interés general. Así también, se recomienda realizar una reunión con el equipo de trabajo con quienes interactuará de manera frecuente. Reunión que puede ser virtual o presencial según convenga. 

Durante las primeras semanas de trabajo, se debe explicar en detalle dónde se pueden consultar los recibos de nómina, solicitar algún permiso o tramitar vacaciones y demás gestiones administrativas que se pueden realizar en los portales corporativos o la manera de llevar a cabo dichos trámites en caso de que continúen realizándose de manera presencial.

Dependiendo de cada organización, las fases del proceso de onboarding pueden variar; sin embargo, algunos especialistas en el tema recomiendan que el período debe durar al menos tres meses. Tiempo durante el cual, el personal de Recursos Humanos debe coordinar y dar seguimiento al programa de onboarding a través de reuniones y sondeos periódicos para que se consiga una adaptación satisfactoria.

Para que un nuevo colaborador se sienta feliz y logre un buen nivel de productividad, que reduzca el ausentismo y la rotación es indispensable realizar un programa de onboarding a la medida de cada persona. 

Guadalajara, Jalisco a enero 18 de 2022.