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Hace tiempo escuché a un
colega, quien trabaja en una empresa trasnacional que emplea a más de mil
personas, hablar de las encuestas de pulso que realiza. Me pareció una
buena práctica, por lo que decidí conocer un poco más del tema navegando en
Google.
Las encuestas de pulso son cuestionarios
breves (entre 5 y 10 preguntas), que se envían a los colaboradores para conocer
sus opiniones sobre temas relacionados con el trabajo. Se realizan con regularidad,
centrándose en un tema en específico que se pretende mejorar (introducción de
cambios, servicios al personal, prestaciones y beneficios, desarrollo
profesional, etcétera) y generalmente logran que los colaboradores se sientan
tomados en cuenta, siempre y cuando se actué para introducir las mejoras
necesarias.
Además de anunciar las fechas
en que se levantarán las encuestas de pulso, informar a los
colaboradores cuánto tiempo durará y cómo se puede participar, se deben
compartir los resultados. Aún cuando los resultados no sean del todo favorables
o positivos, es importante que todos los miembros de la organización sepan lo
sucedido. Compartir la información es una manera de mostrar que se confía en
sus opiniones y que ellas ayudan a mantenerse conectados y construir un mejor
ambiente laboral.
Pregunté a mi colega, qué
diferencia encuentra entre las encuestas de Clima Laboral y las encuestas de
pulso y me respondió que, para él son complementarias. La encuesta de Clima
Laboral le permite ahondar en la percepción de sus colaboradores respecto de
temas como la manera como fluye la comunicación, la claridad en objetivos y
roles, el tipo de liderazgo que se ejerce en cada área, la percepción de
bienestar, etcétera; luego, con los resultados que obtiene, monitorea a través
de las encuestas de pulso si se perciben los cambios implementados en
los aspectos más relevantes. En resumen, según su opinión, las encuestas de
pulso son un instrumento que permite validar si los planes de mejora tienen
un impacto entre los colaboradores. En el caso de su empresa, se practican encuestas
de pulso de manera bimestral.
Entre los temas que recordó
haber tratado en las encuestas de pulso están: actitud ante el trabajo
remoto, el liderazgo a distancia, la colaboración entre departamentos, el
programa de manejo ante la pandemia; incluso, se utilizó una encuesta de pulso
para conocer quienes necesitaban cambiar su silla de oficina.
Tomar el pulso de los
colaboradores en forma frecuente y consistente, permite comprender cuáles son
las necesidades sobre las que se debe actuar, sobre aspectos que resultan
relevantes y que, en ocasiones no demandan grandes inversiones de tiempo o
presupuesto. La finalidad de toda encuesta de percepción en las empresas es
mejorar el ambiente laboral mediante un plan de acción, no solamente conocer
qué opina el personal.
Si en la empresa donde
trabajamos no están dispuestos a cambiar, es preferible no preguntar a sus
miembros la opinión que tienen en relación a un tema particular. Porque cuando
preguntamos, generamos expectativas. Por ello, reflexionemos sobre la
conveniencia de implementar encuestas de pulso o un diagnóstico de Clima
Laboral, incluso las encuestas recomendadas por la NOM 035.
Guadalajara, Jalisco a
septiembre 7 de 2021.
Norah Terrazas es Coordinadora de Proyectos en Sepanka Suite, donde colabora en el desarrollo de la Plataforma para la Gestión y Desarrollo del Talento. Se ha formado en el área de Recursos Humanos y desempeñó cargos directivos en varias organizaciones.