Revisemos otras buenas
prácticas, que te recomiendo compartir con la alta dirección de tu empresa
para su adopción y en caso de que, como profesional de Recursos Humanos ya lo
hayas hecho, te sugiero buscar la manera para mejorarlas.
Como lo comenté en el
artículo anterior, las buenas prácticas están relacionadas con
procedimientos que ayudan a realizar mejor nuestras actividades. Prácticas que,
una vez adoptadas y probadas, conviene documentar con la finalidad de asegurar
se preserven y se apliquen en forma sistemática.
Generar mejores
prácticas conlleva a la acumulación de conocimientos sobre lo que funciona en
diferentes situaciones y contextos, incluye lecciones aprendidas, entrevistas
de retroalimentación, análisis y estudio de impacto. En suma, implica la
documentación de los avances logrados. Tarea que pocas veces llevamos a cabo,
pero que definitivamente deberíamos hacer.
Ahora que el COVID-19
nos ha llevado a implementar medidas por ensayo y error, podríamos empezar a
documentar las prácticas que realmente han funcionado para asegurar su
conservación.
Es ampliamente conocido que los colaboradores aprecian
profundamente la capacitación y el desarrollo que se les brinda. También, es
bien sabido que la capacitación es una inversión, que se deben ganar los
miembros de la empresa. Por lo que, no conviene desperdiciar recursos en
aquellas personas que no han incorporado como suya la visión de la compañía, ni
deseen contribuir a su éxito.
Los miembros mejor preparados agregarán valor al negocio y
en el futuro se convertirán en candidatos para ocupar puestos de mayor
envergadura. Serán colaboradores competentes, leales y confiables; siempre y
cuando se les diseñe un plan de carrera y se fortalezcan los lazos de
fidelidad.
Diseñar y desarrollar programas para los colaboradores que
no forman parte del equipo clave de la empresa también resulta importante, ya
que la preparación motiva a los individuos y ayuda a mantenerlos enfocados.
Capacitar al personal les impulsa, ya que se sienten tomados en cuenta,
valorados y deseosos de contribuir.
La capacitación bien administrada es una inversión que
reditúa frutos tanto para el negocio como para los colaboradores.
Otro de los aspectos que valora el personal es contar con
información relativa a la empresa. Compartir información por vías formales con
los colaboradores es esencial. Así se evitan los rumores y las charlas
informales en los pasillos.
Ser transparentes respecto de la situación financiera y
operativa de la compañía no requiere de informes extensivos y detallados, deben
ser datos claros y sencillos que resulten fácilmente comprensibles para todos.
Eso genera confianza entre los colaboradores.
La información debe ser recíproca. La empresa también debe
estar abierta a las opiniones de sus miembros. En la mayoría de las encuestas
de opinión y diagnósticos de Clima Laboral, expresan sus deseos de compartir
sus ideas y opinar sobre aquellos asuntos que influyen su ámbito laboral.
En ocasiones, ni los altos directivos de las empresas, ni
el personal de Recursos Humanos se enteran de lo que sucede en sus
organizaciones, lo que a la larga propicia conflictos que pudieron ser
resueltos a tiempo e incluso evitados.
Escuchar al personal permite detectar áreas problemáticas o
situaciones de riesgo; además, es posible identificar carencias de materiales o
equipos. Aunque no todo es negativo, también ayuda a reconocer áreas de
oportunidad y de mejora.
Ninguna empresa está exenta
del cumplimiento de la ley. Por ello, debemos asegurarnos de contar con
asesores expertos en la materia para que aprueben cualquier política o
procedimiento que sea necesario implementar. En particular, ahora que la
emergencia sanitaria obliga a modificar las prácticas cotidianas.
Para quienes no estén
familiarizados con el término Compliance, ese hace referencia al cumplimiento
normativo establecido para las empresas y guarda relación con el Código de
Ética, las mejores prácticas, la prevención de riesgos en el lugar de trabajo, la
protección de datos, el sistema anti-blanqueo de capitales, etcétera.
Para
que el departamento de Recursos Humanos impulse de manera eficaz la cultura de Compliance
será indispensable que el cumplimiento normativo esté integrado a la cultura
organizacional y se explique a todos los colaboradores la importancia de su
cumplimiento.
También
es conveniente implementar un proceso efectivo para la resolución de
incidencias encaminado a detectar y resolver irregularidades que el personal haya
atestiguado. Un sistema de quejas y denuncias que funcione de manera rápida y
efectiva para que los colaboradores confíen en él, para que constaten que la
empresa no permite desviaciones o incumplimientos de sus políticas y
procedimientos, es vital. La empresa debe probar que es un negocio íntegro del
que sus miembros pueden sentirse orgullosos de pertenecer-
Contar
con empleados éticos y responsables es fundamental para conservar el buen
prestigio de la marca de tu empresa.
Adoptar
buenas prácticas de Recursos Humanos puede aportar una ventaja competitiva, en
particular si se alinean con las demás prácticas de tu empresa. Por ello,
debemos esforzarnos en incorporarlas en nuestro quehacer para agregar valor y
realmente generar beneficio al negocio.
Guadalaja, Jalisco a 15 de Junio del 2020