Una experiencia exitosa que ha sido probada y validada, en un sentido amplio, que se ha replicado y que merece ser compartida con el fin de ser adoptada por el mayor número posible de personas, sería una definición de buena práctica. 

Llevar a cabo estas prácticas agrega valor a la empresa y cuando se combinan varias, el impacto que producen es mayor. Revisemos algunas, así como la conveniencia de su adopción.

1.    Ofrecer seguridad a los colaboradores.

Cuando una empresa ha sido capaz de subsistir a pesar de los vaivenes del mercado y hoy día, también al vuelco sanitario, es muy importante que infiltre esa fortaleza a sus miembros.

La seguridad que se infunda en los colaboradores, les permitirá regresar a casa con la tranquilidad de sentirse confiados como proveedor de su familia y de su propio sustento.

Cuando la empresa no invierte en la retención de su personal, lo más probable es que la abandonen y vayan a trabajar para la competencia con toda la experiencia y conocimientos adquiridos.

Las personas que se sienten valoradas en una organización tienden a agregar valor a sus labores e ir un paso hacia adelante.

Por ello, alinear las necesidades del personal con las de la empresa lleva a realizar mejores decisiones de contratación e impulsa a los colaboradores a permanecer.

2.     Contratar a las personas adecuadas.

Contratar a un candidato que reúna medianamente el perfil del puesto no resulta conveniente. Se debe seleccionar a la persona que satisfaga completamente lo requisitos del puesto y que la empresa satisfaga los suyos también.

Seleccionar a la persona adecuada marca una enorme diferencia en el desempeño. En lugar de conseguir un desempeño moderado, podríamos lograr un desempeño sobresaliente, lo que finalmente es la clave para ayudar a la empresa a construir la tan necesaria ventaja competitiva.

En la actualidad existen diferentes herramientas tecnológicas para realizar el reclutamiento de las que podemos echar mano para mejorar nuestra selección de personal. En Sepanka Suite contamos con un módulo digital para apoyar esa función y dar un mejor seguimiento a nuestro proceso.

Evaluar los conocimientos, habilidades y capacidades de los candidatos es una labor indispensable para contratar a las personas adecuadas. Conocer si el candidato será capaz de realizar un buen trabajo, si cuenta con capacidad suficiente para aprender y desarrollar sus habilidades, así como para adaptarse a las políticas y comprometerse a conseguir los resultados que se esperan de él, es fundamental.

3.  Ofrecer remuneraciones justas basadas en el desempeño

Cuando la empresa contrata a las personas adecuadas, debe recompensar su desempeño en forma justa. No es necesario pagar sueldo elevados a todo el personal, siempre y cuando los que se otorguen sean justos.

Cuando el puesto desempeñado por una persona es considerado clave para la empresa, es conveniente sostener una compensación y beneficios superiores a los que se ofrecen en el mercado de salarios. Condición que se considera además de recomendable como obligada.

Aparejar los resultados de la organización con beneficios para el personal que los hace posibles puede incentivar su desempeño y elevar su sentido de pertenencia.

Las personas son atraídas y participan en las organizaciones no solamente en función del cargo, del salario, de las oportunidades, del ambiente, sino en función de los servicios y prestaciones que podrán disfrutar. Sin los beneficios el empleo sería muy diferente de lo que es. Aumentan el bienestar del empleado.

Con seguridad ya conocías estas tres buenas prácticas que acabas de leer y que son solamente algunas de las que comentaré en este blog. Mi intención al escribir sobre ellas, es invitarte a reflexionar los motivos por los que debemos llevarlas a cabo y dar pie para que converses con tu equipo de trabajo sobre la importancia de adoptarlas, conservarlas y mejorarlas.

Guadalajara, Jalisco a 8 de Junio del 2020.