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Como te habrás dado cuenta, me
encanta leer los estudios que realizan y publican colegas del vecino país del
norte sobre temas de recursos humanos, ya que me dan una idea de lo que podría
suceder localmente, o sobre aquello que ya está sucediendo en nuestras empresas
sin que me haya percatado. Además, me gusta compartir los resultados de mis
lecturas contigo, porque me haces el favor de echarle una ojeada a los
artículos que escribo y publico cada semana. También, porque estoy convencida que
tenemos un interés en común: el desarrollo del ser humano.
Esta vez, te platicaré los
resultados a que llegó un catedrático de nombre David Lebbel luego de
entrevistar a casi dos mil empleados que trabajaban de forma remota en la
Universidad de Pittsburg. Por una parte, confirmó que el balance vida-trabajo
se elevó sustancialmente en aquellos empleados que trabajaban desde casa; sin
embargo, descubrió que el trabajo remoto puede convertirse en un obstáculo para
el crecimiento profesional de las personas. Encontró que los colaboradores que
trabajaban a distancia tuvieron menos oportunidades de ser promovidos o de
crecer profesionalmente, que aquellos quienes mantuvieron contacto presencial
con sus jefes inmediatos. En resumidas cuentas, el contacto personal resultó
ser muy importante.
Por lo visto, la ampliamente
conocida modalidad de trabajo “remoto” comienza a tener sus tropiezos,
ya que parece disminuir las posibilidades de recibir aumentos salariales,
promociones o transferencias de puestos e incluso el ocupar posiciones de
liderazgo. A este fenómeno, le han dado en llamar “el techo del Zoom”.
Cabe recordar que este concepto de “techo” se refiere a normas no escritas que
dificultan el acceso a promociones, como lo aprendimos con “el techo de cristal”
relativo al impedimento de avanzar a las mujeres en el mundo corporativo.
La cercanía o proximidad entre
las personas aparentemente ofrece ventajas, por eso se está recomendando
generar ambientes de trabajo híbridos donde los jefes y sus colaboradores
cuenten con oportunidades para convivir de manera presencial. Se ha comprobado que
las conexiones interpersonales entre los jefes y sus colaboradores tienen un
efecto positivo en las promociones, así como en el progreso profesional;
incluso quienes se mantienen distantes o poco involucrados con su equipo,
aunque estén presentes, por lo general no son sujetos de promociones.
Contra esta amenaza que
representa el trabajo remoto y la distancia física en el trabajo, en algunas
empresas están tomando medidas para evitar el sesgo antes mencionado y tratar
de romper el “techo del Zoom”. Además de establecer objetivos de
rendimiento claros, están procurando formar líderes en habilidades de relación
que trasciendan la necesidad de proximidad física. Menuda tarea nos aguarda.
Muchas personas han declarado
que si bien, trabajar desde casa les ha hecho sentir más cómodos y productivos,
también les gustaría trabajar en una oficina dos o tres días a la semana.
Aspiración que parece estar tomando fuerza, ya que algunas empresas están
adoptando la modalidad híbrida de trabajo, incluso como parte de su estrategia
inmobiliaria.
Para finalizar, debo decirte
que me quedó claro que el esquema de trabajo que adopte cada empresa dependerá
de sus necesidades y posibilidades; eso sí, el común denominador será la
flexibilidad, la colaboración y el incentivar la creatividad, hasta para
inventar conceptos como el de “techo del Zoom” que hoy me dio material
para escribir.
Guadalajara, Jalisco a
septiembre 19 de 2023.
Norah Terrazas es Coordinadora de Proyectos en Sepanka Suite, donde colabora en el desarrollo de la Plataforma para la Gestión y Desarrollo del Talento. Se ha formado en el área de Recursos Humanos y desempeñó cargos directivos en varias organizaciones.