Para aquellos quienes han escuchado hablar de la Responsabilidad Social de las empresas, pero que no conocen con exactitud de qué se trata, diré que se refiere a una responsabilidad de carácter ético que, en forma voluntaria han adoptado las compañías conscientes de la necesidad de realizar acciones enfocadas a eliminar o minimizar los impactos negativos o perniciosos que su actividad genera sobre el medio ambiente y la sociedad.

Como han dicho los especialistas en la materia, estamos en un momento de globalización, en el que los problemas ambientales y sociales son de todos y, por tanto, las acciones al respecto también son responsabilidad de todos y todos nos beneficiaremos de los resultados.

Grandes corporaciones como Coca-Cola entre sus acciones como empresa socialmente responsable está reciclar el PET de sus envases y tiene como objetivo que para el año 2030 que el 100% de sus envases vendidos serán recolectados y reciclados. De manera que está minimizando el impacto negativo que pudieran generar esos envases al convertirse en basura.

Aunque las empresas en las que trabajemos no sean corporaciones tan enormes como Coca-Cola, desde nuestro departamento de Recursos Humanos podemos impulsar acciones para impactar positivamente en la sociedad en que vivimos, involucrándonos en proyectos como:

Ø Elaboración e implementación de un código de ética y valores

Ø Generación de condiciones para el desarrollo humano de los colaboradores

Ø Promoción de acciones para el cuidado y conservación del medio ambiente

Ø Uniéndonos a programas de beneficencia para diferentes proyectos sociales

Estas acciones, además de causar un impacto positivo en la sociedad, mejoran la imagen de la marca de nuestra empresa, lo que finalmente sirve para fidelizar a los clientes que la consideran como una organización interesada en generar bienestar.

Asimismo, nuestros colaboradores se sentirán más motivados, al ser partícipes de algún proyecto donde se respete tanto a la persona como al entorno en que se desenvuelve. En consecuencia, serán más productivos. De manera que, convertirse en empresa socialmente responsable atrae talento que quiera formar parte de esa forma ética para hacer negocios.

La responsabilidad social aplicada al ámbito del trabajo va más allá de la justa retribución, la promoción, la flexibilidad horaria o la conciliación de la vida familiar y laboral. También debe incluir medidas como, por ejemplo, concientizar y sensibilizar a los colaboradores sobre la importancia de adoptar un estilo de vida saludable dentro y fuera de nuestra empresa.

En una organización socialmente responsable, las personas deben ser el centro de toda actuación, lo que implica darles participación y conseguir la integración de los objetivos de los empleados con los objetivos de la empresa, y esto, a su vez implica necesariamente la transformación del área de Recursos Humanos, desde una dirección tradicional a una dirección de personas por valores.

Para hablar de este tema con los directivos de la empresa y atraer su interés, te ofrezco algunos argumentos que puedes utilizar. Por ejemplo, en el Foro Económico Mundial se puso de manifiesto que el promedio del retorno de la inversión (ROI) es de 2.54 euros por cada euro gastado en programas de bienestar en las empresas. En ese mismo informe, se dio a conocer que los programas de bienestar reducen el “presentismo” y el ausentismo.

Si aún no has implementado esta filosofía en tu empresa y te interesa hacerlo, en SEPANKA SUITE contamos con un experimentado aliado en materia de responsabilidad social a quien podemos recomendarte para iniciar tu proyecto. Comienza a marcar la diferencia como empresa socialmente responsable y verás como quienes más se beneficiarán serán tú y la marca que representas.

 

Guadalajara, Jalisco a agosto 10 de 2021.