En ocasiones resulta un tanto difícil convencer a algunos colaboradores de prepararse para manejar en forma efectiva a su equipo de trabajo. Particularmente a quienes laboran en área técnicas o muy especializadas. Pretextos como los siguientes, les sobran: la operación no puede esperar…la gente no cambia…se me va a acumular la chamba…mi gente está muy contenta conmigo…mejor manda a otro que disponga de tiempo…ya será la próxima vez…incluso, algunos altos directivos se resisten a dedicar tiempo para el desarrollo de habilidades blandas en sus colaboradores e incluso para actualizarles y dicen: se van a ir pronto para qué los capacitamos; además, el presupuesto no alcanza.

Esa resistencia a la que en ocasiones me enfrento, podría ser una de las causas por las que no recibieron capacitación la mitad de los 3 200 trabajadores mexicanos encuestados el pasado mes de octubre por OCCMundial para su Termómetro Laboral, documento que semanalmente publican para informar sobre tendencias e indicadores laborales; en este caso, el tema versó sobre las oportunidades de desarrollo que ofrecen las empresas en nuestro país. De esos mismos encuestados, 41% también refirieron que no han crecido dentro de su empresa, ya que no cuentan con oportunidades para desarrollarse o la organización no cuenta con un plan de crecimiento establecido.

Los datos anteriores, me resultan preocupantes ya que es bien sabido que entre los mecanismos que pueden abonar para la retención del personal están la capacitación y el desarrollo. Además, está comprobado que la inversión en la capacitación está directamente relacionada con el incremento de la productividad. La capacitación debe integrarse a la cultura interna de toda organización como una práctica cotidiana, no como programas de aplicación temporal.

Para convencer a quien muestra resistencia ante la capacitación, convendría ofrecerle algunos argumentos como los siguientes para que modifiquen su actitud al respecto:

Debemos evitar que el tema de la capacitación se haga a un lado en nuestras empresas, debemos conseguir que deje de percibirse como un gasto que no genera valor. Convenzamos sobre su importancia como pivote para el bienestar de los miembros de la organización y repitamos hasta el cansancio que la efectividad de los procesos y los resultados dependen del conocimiento, habilidades y destrezas de nuestros colaboradores. Que es a través de ellos que se logran los objetivos de la empresa.

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Guadalajara, Jalisco a noviembre 29 de 2022.